Naturaleza

El valor de la naturaleza

Hermigua, sin desmerecer su extraordinario patrimonio cultural y etnográfico, es pura naturaleza. La naturaleza fue, y es, base de nuestra economía, nuestra sociedad y, de hecho, de nuestra propia existencia como pueblo. Nuestros bosques, montañas, barrancos, mar y suelos nos han proporcionados durante siglos los recursos necesarios para el asentamiento de nuestra población y su desarrollo. La historia de Hermigua se debe por completo al gran valor original de su patrimonio natural, sin ese punto de partida nada habría sido lo que es.

En la actualidad, las vías senderistas se han convertido en un reclamo extraordinariamente atractivo basado en el disfrute de este paraíso natural. En Hermigua, recorriendo sus caminos, podemos disfrutar de varios espacios naturales protegidos que van desde el Parque Nacional de Garajonay y el bosque de El Cedro, con la laurisilva inundando el paisaje, hasta el Parque Natural de Majona, con sus increíbles barrancos y especies endémicas vegetales y en peligro de extinción, como son el cardoncillo y los bejeques, sin olvidar sus algo más de ocho kilómetros de costa, en la que se suceden varias playas como las de La Caleta o la de Santa Catalina.

Vida salvaje

En las zonas no cultivadas del valle, la naturaleza domina: alfombras de flores silvestres, que parecen joyas, cubren las laderas de las montañas creando un paraíso exuberante para los caminantes que pueden siempre encontrar refugio y sombra bajo sabinas centenarias. Cada estación recorre las montañas con su encanto, pero es durante la primavera cuando el aire se llena de aromas naturales y colores embriagadores, proporcionando un paisaje rico en colores y contrastes, refugio para perdices y conejos salvajes.

Bosque de laurisilva

La isla de La Gomera es la orgullosa guardiana de un patrimonio medioambiental de inestimable importancia. El bosque de laurisilva, de unos veinte millones de años de antigüedad, se remonta al Mioceno y al Plioceno del periodo terciario. Sin embargo, el paso del tiempo, que lo convierte en un «fósil viviente», no parece afectar a su dinámica energía. Esta selva subtropical está compuesta principalmente por especies endémicas de la Macaronesia. Se trata de un vasto ecosistema que alberga una fauna y flora diversas, donde destacan los árboles de la familia de las lauráceas (a la que el bosque de laurisilva debe su nombre).

Formaciones Geológicas

Los roques de Pedro y Petra son una de las formaciones geológicas más destacadas de Hermigua, aunque no las únicas.


Se trata de 2 pitones sálicos dejados en resalte por la actuación de la erosión diferencial. Quién sabe si según reza la leyenda originalmente eran uno y se dividieron en dos.

Aves

En Hermigua las aves son el mejor barómetro del cambio de estaciones. En abril, la aparición de las primeras crías de mirlo anuncia la llegada de la primavera. Aquí podrás encontrar, observar y escuchar todo tipo de aves que van y vienen, como el canario silvestre, especie autóctona de la que ha derivado el tan apreciado Pájaro Canario, el chirrín o los verderones. Cada día se pueden ver los cernícalos o pequeños halcones planeando por los alrededores en busca de alimento. Por la noche, las corujas toman el relevo y vigilan que todo esté en calma, mientras, cerca de la costa, se escucha el canto de las pardelas.

Observación de Estrellas

Hermigua es un escenario privilegiado para observar el cielo de noche. La inmensidad sobrecogedora de un cielo plagado de estrellas y la belleza nocturna del paisaje crean un entorno mágico. Las excelentes condiciones atmosféricas y la claridad hacen posible que los visitantes disfruten de la observación de estrellas durante la mayor parte del año. Sin ser una cosa que se promueva desde las instituciones, tristemente no existe normativa contra la contaminación lumínica en Hermigua, al tratarse de un valle muy estrecho con pocas casas diseminadas, podemos disfrutar de las estrellas como en pocos lugares del mundo.

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